HISTORIA DE LA BELLEZA Y DE LA FEALDAD
¿Qué es la belleza? Desde la
antigua Grecia, una cosa era bella si estaba basada en unos patrones de
proporción, Pitágoras fue el primero que afirmó que el principio de todas las
cosas era el número, tenía una visión ordenada del mundo gracias a las matemáticas,
a los pitagóricos no les gustaba la idea de que algo pudiera ser infinito y por
eso contemplaban que el número era el encargado de ponerle orden y limitación a
todo. Incluso la música estaba basada en números matemáticos, éstos eran los
encargados de determinar la altura de los sonidos o la rapidez con la que éstos
eran interpretados.
En escultura, los escultores no
seguían ninguna proporción matemática a la hora de esculpir a un hombre o a una
mujer por ejemplo, lo que hacían era basarse en las perspectivas en las que se
contemplaba la figura, esto se rompió gracias a Policleto, que a partir de ahí
realizó una escultura ayudándose de las matemáticas, dicha escultura fue
determinante en este arte, puesto que fue la representación de un modelo fijo
de canon, la figura ideal por así decirlo, realizada a partir de una serie de
proporciones matemáticas. El canon de belleza de Policleto, se extendió por
toda la Edad Media como símbolo de belleza. Claudio Galeno afirma que la
belleza no se encuentra en uno de los elementos, sino en la armonía que da cada
una de las partes entre ellas.
¿Qué significado tiene lo
siniestro? La respuesta a esta pregunta depende de la persona o de los ojos que
lo miren, por eso no hay una definición exacta. Según Freud, lo siniestro es
aquello que se opone a la belleza y nos es angustioso y horroroso, algo que “debería haber permanecido oculto”, pero
no fue así.
Callois, diferencia entre lo
maravilloso y lo fantástico, siendo lo maravilloso algo que es natural en
algunas culturas y que por lo tanto no sorprende, y lo fantástico, algo que no
se le puede dar una explicación real.
Hoffman, en su cuento del Hombre de arena, relata las pesadillas
de un niño provocadas por un temor relacionado con el sexo. Nos genera angustia
el no poder dar explicación a una situación, que según nuestro punto de vista,
es irreal y no debería de ocurrir. Diversos autores se ayudan de las cosas
inexplicables y que dan miedo a la hora de realizar sus obras, se basan en
monstruos, pesadillas que se hacen realidad, en seres que conocemos como
terroríficos como son el lobo, los vampiros, las brujas y otras apariciones
espeluznantes.
Kafka, en la metamorfosis, narra la historia de un hombre que se convierte en
insecto y a partir de ahí todo a su alrededor cambia, incluso la relación con
sus familiares.
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